En Colombia, solo el 52% de los egresados universitarios encuentra un empleo relacionado con sus estudios en el primer año
Este año, Colombia se posicionó como el país con la productividad laboral más baja entre los miembros de la OCDE, solo seguido por México y Costa Rica.
En el reciente foro empresarial: ‘Educación y empleo: una sinergia de productividad’, organizado por Compensar y Asooccidente, con la participación de Juan Daniel Oviedo, se discutieron las barreras del país en la ecuación compuesta por educación, empleo y productividad.
Bogotá D. C., agosto de 2024. En Colombia, persiste una fuerte desconexión entre la oferta educativa y las necesidades del mercado laboral y productivo. Por un lado, se calcula que únicamente el 39,7%, estudiantes acceden de forma inmediata a educación superior, según un estudio de la Universidad Javeriana. Y de los graduados de estas instituciones, que se calculan en 500 mil personas al año, solo el 52 % encuentran un empleo relacionado con sus estudios en el primer año, siguiendo a María Isabel Carrascal, Gerente de Educación, Empleo y Fomento Empresarial de Compensar.
Por otro lado, la tasa de desempleo juvenil subió al 17,7 % en el trimestre de abril a junio de 2024 de acuerdo con el DANE, y los empresarios han manifestado que no encuentran en los egresados del país los perfiles profesionales que requieren. Esta desconexión no sólo implica una pérdida significativa de talentos, sino que, además, impacta directamente en la productividad del país; situación que, como señala el Consejo Privado de Competitividad, ha contribuido a que el índice de productividad laboral en Colombia solo crezca a un ritmo del 1 % o menos al año.
En ese mismo sentido, la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE) en su último informe sobre productividad, destacó a Colombia como el país de peor desempeño entre sus miembros pues, aunque se trabajan muchas horas, el PIB por hora trabajada se sitúa en US$20,5 (en contraste, países desarrollados como Irlanda tienen un PIB de US$162,5 por hora). En este contexto, Compensar lideró recientemente un Foro de Educación y Empleo, que reunió a distintos expertos, académicos y asociaciones para discutir posibles caminos para la solución de esta problemática.
“Los jóvenes deben encontrar oportunidades reales en su propio país y la única manera de lograrlo es mediante la colaboración de distintos actores. Desde la Universidad Compensar, hemos insistido en resaltar la importancia del modelo universidad-empresa para ayudarle a los jóvenes a concretar sus proyectos con la vinculación a empresas o el desarrollo de emprendimientos. La academia debe ser un puente que conecte a las instituciones educativos con el tejido productivo. Esto impulsará el bienestar y la equidad en nuestra población joven”, aseguró en el espacio María Isabel Carrascal, Gerente de Educación, Empleo y Fomento Empresarial de Compensar.
Foro «Educación y Empleo: Una sinergia de productividad»
El concejal de Bogotá, Juan Daniel Oviedo, resaltó que, en la trampa de la productividad, coinciden distintos factores que hacen parte de la problemática y entre los que se encuentra: la falta de diálogo sobre esta situación; la descoordinación entre las instituciones públicas y privadas; el poco consenso acerca de las las soluciones para la informalidad; la imposibilidad de las personas para ponerse de acuerdo en una causa común; la desconfianza en el trabajo en equipo; y la ausencia de redes de confianza y apoyo en la población.
“Somos una sociedad frágil, dividida, desconfiada y sola y, por eso, somos una sociedad polarizada. Esa polarización se traslada a la educación porque hay quienes señalan que toda iniciativa privada es de garaje. Somos causa y víctimas de la polarización. Lo que nos une es analizar cómo vamos a lograr que el estudio sea una herramienta para trabajar y que el trabajo sea una herramienta para salir de la pobreza”, señaló el concejal.
En este mismo espacio, Oviedo subrayó que uno de cada cuatro jóvenes entre 15 y 28 años está siendo desperdiciado pues no estudia y tampoco trabaja. En ese sentido, llamó la atención para que la educación aproveche las últimas herramientas tecnológicas y logre una correcta alineación con el sector productivo. “El 42,5% de las empresas formales en Colombia cree que la IA no es necesaria en la empresa. Sin embargo, la tecnología es una oportunidad para que los negocios sean más fértiles y para resolver los problemas que hoy tenemos como país”, añadió.
Por su parte, se llevó a cabo un panel de discusión en el que participaron distintos panelistas como Margarita Añez, rectora de la Fundación Universitaria Compensar; Enrique Bayer, presidente de la Asociación de Amigos de la Universidad de La Sabana; Salomón Rodríguez, presidente grupo empresarial INLOTRANS; Victor Camacho, gerente cooperativa de ahorro y crédito de Cooptenjo; y Mauricio Villegas, gerente de Movi-Go.
Allí, los panelistas coincidieron en que la empleabilidad es la clave para la movilidad social; razón por la cual es necesario crear mecanismos para acercar a los jóvenes al sector empresarial, educarlos en una formación centrada en la cooperación más no en la competitividad, otorgarles becas que les permita fortalecer sus estudios especializados y realizar alianzas con el sector privado para poner en práctica estos conocimientos. De igual manera, se destacó la importancia de profundizar en la innovación y la tecnología como herramientas al servicio de la educación.
Finalmente, el conferencista Ricardo Ramírez, experto en ciencia tecnología e innovación, concluyó que “Es indispensable fortalecer la educación profesional, técnica y vocacional y promover colaboraciones entre instituciones educativas y el sector empresarial para mejorar la empleabilidad de los jóvenes”. Con esto, se hace un llamado para promover, desde el sector público y privado, el modelo de formación educación/empresa que favorezca la vinculación de la población joven a empresas que requieran de las competencias desarrolladas desde la academia.